En un reciente artículo publicado en la revista Islas discutimos y esclarecemos algunas de estas interrogantes a través de novedosos e inéditos documentos de aquella época. Allí revelamos una nueva interpretación del momento fundacional que aquí compartiremos a través de una brevísima síntesis y un listado tentativo de los vecinos fundacionales.
Es importante aclarar que consideramos solamente fundacionales aquellos núcleos de familia que participaron en los actos fundacionales que tomaron lugar entre el 10 y el 30 de octubre de 1693. Hubo núcleos o cabeza de familias que estuvieron desde antes de octubre, pero huyeron antes de los actos fundacionales. También hubo otros que vinieron a suplir la comarca después de noviembre de 1693. Tampoco se toma en cuenta el personal trabajando ya en la construcción del Castillo de San Severino o los vecinos previamente establecidos en los alrededores desde mucho antes, como los del Rancho de Pescadores y la familia Mirabal, quienes tuvieron sus bohíos en lo que es hoy la plaza de La Vigía.
Pues comencemos:
En mayo de 1693, el gobernador de Cuba, Severino de Manzaneda establece un listado de 35 núcleos familiares, 135 personas en total entre niños y mujeres, predestinados a poblar Matanzas. De estos, solo 31 núcleos se asentaron en el sitio seleccionado para fundar, inter-ríos, a finales de mayo de 1693. De estos huyeron y se escusaron algunos, quienes no constituyeron fundadores.
Matanzas no se fundó con 30, 31, o ni si quiera 27 núcleos familiares, como en otras ocasiones se ha discutido. Matanzas se fundó con 19 o 23 núcleos familiares. Este margen de error es a causa de falta de información sobre algunos núcleos, lo cual no nos permite ahora precisar el numero exacto entre 19 o 23 núcleos familiares.
El plano fundacional había sorteado 34 caballerías de tierra para labranza y 32 lotes de solares. Entre el 22 y el 30 de octubre, el escribano Juan Uribe y Ozeta rifó de estas solo 19 solares y 20 caballerías de tierra a los emigrados canarios presentes. Algunos de estos tomaron posesión en nombre de otros ausentes, de los cuales solo algunos vendrían a poblar la ciudad después de octubre (por lo que no los consideramos núcleos fundadores).
García de Oramas fue uno de los núcleos fundacionales, que llego luego a convertirse en una de la familias más pudientes y poderosas del Ayuntamiento matancero. Familia de alcaldes y regidores por casi un siglo. Entre los documentos aparece una descripción física de ellos:
“Diego García de Oramas, hijo de Sebastián de Oramas, de 32 años (36 en 1693), ambos naturales de Realejo de Abajo, Isla de Tenerife. Era mediano de cuerpo, pelinegro, picado de viruelas y ojos pardos. Su mujer, Leonor Yáñez, de 33 años (37 en 1693), era natural de La Matanza. Con ellos venían sus siete hijos: Simón de 12, Miguel de 10, Diego de 4, Juan de 3, Ángela de 6, Paulina de 1 año y Antonia de dos meses y medio. Familia transportada en el navío Nuestra Señora de la Soledad del maestre Miguel Jorge Roncales. Este arribó al puerto de La Habana el 3 de septiembre de 1689.”
Ángela, quien tenía 10 años al fundarse Matanzas, fue casada de 11 años con Miguel Francisco Rodríguez, hijo de Sebastián Francisco Rodríguez, el 3 de junio de 1694 en la rudimentaria iglesia de Matanzas. Ambas familias fueron fundadoras. El núcleo de Sebastián F. Rodríguez, compuesto de su esposa, cinco muchachos y una niña, había arribado a La Habana desde La Orotava, el 25 de agosto de 1684.
La población inicial fundadora, que no sobrepasó los 80 emigrantes canarios, estuvo mayoritariamente compuesta de mujeres, tanto adultas como niñas, representando más de un 58% del total. La mayoría de la taza femenina constituyó 59 % de niñas, y un 34% dentro de la taza total.
La viuda Blasina de Goya y sus tres hijos, interesantemente, fue la única mujer que hizo posesión de un solar y una caballería de tierra en nombre de su esposo fallecido en La Habana. Blasina no se quedaría en Matanzas. Su esclava se casó en la iglesia primitiva en 1696, pero ellos huyeron de la población en 1715, dejando sus tierras vacantes.
Matanzas fue generalmente fundada por mujeres adultas, de edades oscilantes entre 18 y 45 años, más de la mitad se agrupó entre las edades de 36 y 45. Casi todas casadas con hombres mas jóvenes. Los hombres constituyeron un 41% de la taza fundadora, con edades mayoritariamente oscilantes entre 25 y 46 años.
Los emigrantes canarios fundadores eran todos de la isla de Santa Cruz de Tenerife, aunque de diferentes regiones dentro de la isla, como La Laguna, La Matanza, La Orotava, La Rambla y Realejo de Abajo.
Los más tempranos habían emigrado a Cuba y establecido en el occidente de la isla desde 1675. Mientras que los más recientes habían llegado en julio y agosto de 1693. La gran mayoría de la taza fundadora llego después de abril de 1693.
Una lista de los más fidedignos fundadores es aquí proveída. Advertimos que esta información no concuerda con la historiografía establecida y aquella recogidas en las Actas Capitulares de la ciudad de Matanzas, pero que consideramos erróneas por razones que discutimos en nuestro artículo.
Salvador Pérez Álvarez (único en su núcleo)
Ángel Pérez (único en su núcleo)
Diego García de Oramas (nueve en su núcleo)
Miguel Pérez Mallea (tres en su núcleo)
Luis Pérez (seis en su núcleo)
Juan González Bello (padre) (ocho en su núcleo)
Blasina de Goya (cuatro en su núcleo)
Sebastián Francisco Rodríguez (ocho en su núcleo)
Esteban de Torres (cuatro en su núcleo)
Matías Laguna (único en su núcleo)
Domingo Alfonso Ruiz (cinco en su núcleo)
Domingo Rodríguez Sosa (cuatro en su núcleo)
Pedro Fernández Guerrero (único en su núcleo)
Andrés Días Baltasar (seis en su núcleo)
Miguel Alfonso de Armas (seis en su núcleo)
Francisco Martin Jiménez (único en su núcleo)
Simón González (seis en su núcleo)
Andrés Hernández Barroso (único en su núcleo)
Baltasar González (único en su núcleo)
Diego Méndez de León (núcleo de tres), capitán de las familias emigradas. La famila de Mendez de Leon serian una de las primeras en abandonar la ciudadela, en 1701, por su aumentada pobreza.
Por lo menos, diez de estos listados, quizás los únicos letrados, firmaron la primera carta redactada y remitida por vecinos de Matanzas en agradecimiento al rey el 15 de diciembre de 1693, y cuyos autógrafos reproducimos aquí con el permiso del Archivo General de Indias.
Como se puede inferir, para la fundación se escogieron núcleos de familias numerarias (entre 3 y 6 familiares) encabezados por hombres casados con mujeres de mayor edad, y ambos en edad laboral. Aunque las leyes dictaban que los núcleos debían estar casados, varios vecinos se asentaron solteros o viudos. Quizás para establecer lazos inmediatos en la nueva ciudad o en espera de poder traer a otros familiares de La Habana, donde se habían primeramente establecidos. La gran mayoría eran labradores campesinos, pero también hubo sastres, constructores, carpinteros y alférez.
De esta manera, quedó fundada la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas el 30 de octubre de 1693.
Fuente:
Orihuela León, J. R. A. Viera Muñoz y L. Pérez Orozco (2019) Demografía fundacional de San Carlos de Matanzas en la inmigración canaria al occidente de Cuba a finales del siglo XVII. Islas, 61(193): 63-96.
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