Al conmemorar el 331º aniversario de la fundación de Matanzas, es un momento ideal para reflexionar sobre la rica historia de esta ciudad. El 12 de octubre de 1693, se fundó oficialmente la ciudad de San Carlos y San Severino de Matanzas, un proyecto que simbolizó tanto las aspiraciones de una colonia joven como las duras realidades de la vida en el Caribe a finales del siglo XVII.
El Comienzo del Viaje
Todo comenzó meses atrás, pero el proceso oficial comenzó antes, desde el 9 de octubre de 1693, cuando el gobernador Severino de Manzaneda y su comitiva partieron de La Habana hacia la bahía de Matanzas. Su misión era establecer un asentamiento fortificado que no solo defendiera la costa norte de Cuba, sino que también apoyara su desarrollo económico y social. La comitiva, compuesta por funcionarios, personal militar y familias provenientes de las Islas Canarias, llegó a la bahía de Matanzas: un lugar cuidadosamente seleccionado por su importancia estratégica.
No se trataba de un asentamiento cualquiera. El gobernador había escogido a varias docenas de familias provenientes de las Islas Canarias, cuyo esfuerzo y determinación serían el pilar de esta nueva comunidad. Para mayo de ese mismo año, estas familias ya habían comenzado a preparar el terreno, sembrar cultivos y establecer las bases de lo que pronto sería una ciudad próspera.
Construyendo un Nuevo Futuro
La fundación formal de la ciudad tuvo lugar el 12 de octubre de 1693, cuando se bendijo la primera iglesia y se otorgó el nombre de la ciudad en honor al rey Carlos II de España (San Carlos) y a la estratégica fortaleza de San Severino. Los eventos de esos días, meticulosamente registrados en los primeros documentos oficiales de la ciudad, muestran cuán cuidadosamente se planificó la fundación. Desde la construcción de fortificaciones hasta la distribución de tierras a los colonos, ningún detalle fue dejado al azar.
La ciudad fue trazada con precisión, con la Plaza de Armas (hoy conocida como Plaza de la Vigía) en su centro. Las calles fueron medidas cuidadosamente y se distribuyeron solares a los colonos. La primera iglesia se construyó en un terreno orientado hacia las aguas turquesas de la bahía y a una plaza a su oeste, y, cerca de allí, comenzó a erigirse una fortificación para defenderse de los posibles ataques piratas y de invasores extranjeros.
Luchas y Triunfos
La vida en Matanzas no fue fácil para esos primeros colonos. El clima tropical, las amenazas de huracanes y los brotes de enfermedades como la viruela y el sarampión, fueron desafíos constantes. Sin embargo, a través de su perseverancia y con la ayuda de la naturaleza yerma loca, la ciudad comenzó a crecer muy lentamente.
No solo tuvieron que enfrentarse a las amenazas naturales, sino también a las presiones políticas. La correspondencia de Manzaneda con la Corona española revela su delicado equilibrio entre garantizar la seguridad del asentamiento y cumplir con las exigencias de los decretos reales para suplir y mantener aquella naciente comarca - ciudadela al pie del San Severino.
Una cosa estaba clara: Matanzas no era solo un puesto militar, sino que se estaba convirtiendo en una comunidad. En pocos días se celebraron matrimonios, se bautizaron niños y la ciudad comenzó a florecer, evolucionando poco a poco de un bastión defensivo a un centro cultural y económico.
Un Legado Duradero
Hoy, Matanzas es conocida como la "Ciudad de los Puentes" o la "Atenas de Cuba", gracias a su rica historia cultural. Pero es importante recordar sus orígenes: aquellos primeros días cuando un grupo de familias decididas, guiadas por la fe y la resiliencia, construyeron una vida en el Caribe. Las calles cuidadosamente trazadas, los restos de la primera iglesia, y el Castillo de San Severino que aún se erige como símbolo de los comienzos de la ciudad nos recuerdan aquel momento histórico de su fundación.
Al celebrar 331 años de Matanzas, honramos no solo a las figuras históricas que colocaron las primeras piedras, sino también a los innumerables hombres y mujeres que construyeron el legado perdurable de la ciudad. Desde sus raíces coloniales hasta su rol moderno como centro cultural cubano, Matanzas sigue siendo un testimonio de la fortaleza y el espíritu de su gente.
Cita: Orihuela, J. (2021). Historia Fundacional de Matanzas. Ediciones Aspha, Buenos Aires.
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