martes, 26 de febrero de 2019

Nuevo registro de peces fósiles para Matanzas

Acaba de salir publicado en la revista especializada Historical Biology, un interesante artículo de importante aporte para el registro fósil de la provincia de Matanzas, y que además contribuye al conocimiento del pasado geológico de nuestra isla.

En el trabajo, coautoría de los investigadores matanceros Lázaro W. Viñola y Logel Lorenzo, con el apoyo del especialista Richard Carr, se describe una nueva especie extinta de pez - Balistes vegai y se provee un nuevo registro para Balistes crassidens en la isla. Proveyéndose además una revisión de su taxonomía y registro fósil. Estos fósiles fueron descubiertos en rocas calizas que afloran en canteras y cavernas alrededor de la provincia y que tienen una edad entre 23 y 7 millones de años. Algunos de los especímenes se encontraron en la famosa Cueva de Bellamar.

La nueva especie, B. vegai Viñola et al 2019, es hasta ahora la especie más grande del genero descrita por la ciencia. La misma fue nombrada en honor de Johnny Vega Piloto, matancero miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba, quien en el 2013 descubriese las primeras evidencias de estos peces extinguidos.

Reconstruccion idealizada del Balistes vegai realizada por Ethan Schmunk.
En ella se muestra a un adulto de B. vegai persiguiendo a un
juvenil tiburón gigante (Otodus megalodon) en aguas matanceras.
Ambas especies ocurren en rocas que afloran en nuestra provincia.

Los peces del genero Balistes, conocidos como pejepuercos, calafates o tiggerfish (peces tigre), son abundantes en aguas tropicales, subtropicales, y en algunos casos templadas. Aunque alcanzan una mayor diversidad en los mares de la región Indo-Pacifica, también hay especies presentes en el Mediterráneo y el Atlántico. En el mar Caribe existen dos especies: el Pejepuerco Cachuo (B. vetula) y el Pejepuerco Blanco (B. capriscus). Algunas de las especies suelen ser agresivas y muy territoriales.

Estos peces son peculiares por su rostro alongado, fuerte mandíbula y dentición que les permite alimentarse de invertebrados como los erizos de mar sin sufrir daños. Generalmente, estos peces no son muy comestibles para los humanos, ya que suelen ser tóxicos, aunque raramente venenosos. No obstante, en el Caribe se consume aparentemente sin causar algún problema.

Quizás uno de los aspectos más importantes de este descubrimiento es lo que implica para la historia natural de la isla, y en especial de Matanzas. La presencia de peces como Balistes en las rocas calizas que rodean la provincia indica la existencia de ecosistemas marinos similares a los modernos, apoyando la presencia de un mar somero y cálido en regiones que son hoy planicies o leves elevaciones de la zona meridional de la provincia, hace más de una docena de millones de años atrás.


Acompáñenos en felicitar a estos investigadores por tan importante aporte para la ciencia.



Cita:


Viñola, L. W., R. Carr, and L. Lorenzo (2019). First occurrence of fossil Balistes (Tetradontiformes: Balistidae) from the Miocene of Cuba with the description of a new species and a revision of fossil Balistes. Historical Biology DOI: 10.1080/08912963.2019.15802

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