El evento tomo lugar desde el balcón del Casino Español, justo el mismo día y a la misma hora que 325 años atrás, el doctor obispo Diego Evelino de Compostela, bendijo la primera piedra de nuestro primer templo durante los actos fundacionales de nuestra naciente ciudadela.
Hacía más de un par de décadas que la ciudad no presenciaba tal acto. Que este ocurriese fue el resultado de la colaboración, iniciativa, esfuerzo y determinación de la Oficina del Conservador de la ciudad, quien no solo devuelve un patrimonio físico, restaurado, sino también valores, ideales y tradiciones que nos caracterizan y que forman parte de nuestra identidad.
Fue un placer para nosotros y todos aquellos presentes participar en tan digno e histórico acto, que corre tan profundamente en las tradiciones de nuestra ciudad.
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