Es oficialmente inverno en el hemisferio norte y no dejamos de imaginar aquel primer diciembre en 1693, cuando comenzaron a vivir en tierras matanceras familias de inmigrantes procedentes de las Islas Canarias.
Varias familias fueron traídas, por orden del rey Carlos II a Cuba en 1689 para fomentar una villa entre ríos, al fondo de la bahía de Matanzas. La construcción de su iglesia trajo cierta seriedad al proyecto y la construcción del castillo de San Severino, con sus cañones, debía proteger la población, el comercio de la villa y la retaguardia de este crucial limite habanero.
Comarca matancera vista en un plano francés del siglo XVII. Bibliothèque nationale de France, département Cartes et plans, GE SH 18 PF 144 DIV 7 P 1. Autor: Pierre Lebret de Flacourt. |
Ese primer invierno fue sin duda arduo y laborioso. La comarca se había fundado solo dos meses antes, apenas tiempo suficiente para que aquellas familias adquirieran algún tipo de comodidad en una tierra extranjera; sus casas seguro incompletas y expuesta a la merced de los elementos.
Cuenta José Mauricio Quintero, historiador matancero del siglo XIX, que “fabricaron sus casas de guano y con un barro amarillo y de muy bajo puntal, con horcones de madera dura y forradas de cañas de castilla...” (Quintero, 1878:16-17). En la zona habían numerosos bosques cuyas maderas sirvieron para erigir aquellas primeras viviendas. Las cañas, entre los arboles maderables y suelos arcillosos, comprendían la lista de materiales disponibles para aquellas primitivas construcciones.
Cuenta José Mauricio Quintero, historiador matancero del siglo XIX, que “fabricaron sus casas de guano y con un barro amarillo y de muy bajo puntal, con horcones de madera dura y forradas de cañas de castilla...” (Quintero, 1878:16-17). En la zona habían numerosos bosques cuyas maderas sirvieron para erigir aquellas primeras viviendas. Las cañas, entre los arboles maderables y suelos arcillosos, comprendían la lista de materiales disponibles para aquellas primitivas construcciones.
Aspecto idealizado de la joven ciudad de Matanzas plasmada en un plano de P. Le Courtois, en 1701. Bibliothèque Nationale de France, département Cartes et plans, GE SH 18 PF 144 DIV 7 P 2 D |
¿Habrán pasado frío en aquellas construcciones primitivas y rusticas?
Seguramente. Los inviernos del hemisferio norte fueron anormalmente fríos entre 1630 y 1760, durante un estadio que se conoce como “La Pequeña Edad de Hielo”. Los archivos climáticos e investigaciones en estos respectivos campos, como los de modelaje de clima basado en la variación de elementos biológicos, atmosféricos y meteorológicos, indican tres períodos críticos: uno de ellos desde 1650 hasta comienzos de 1700; justo cuando se funda la comarca. Estas temperaturas más frías no solo trajeron mareas más bajas en la bahía y noches mas frías, sino que también trajo aridez, afectando la vegetación, caza y pesca; todos vitales al sostén y el desarrollo de la naciente ciudad de Matanzas.
Pero entonces, como ahora, la vida del emigrante fue dura y compleja. Todo lejano, a 150 años de convertirse aquella comarca en la pomposa Atenas de Cuba, reluciente en el siglo XIX.
Gracias a tantos que la aman, Matanzas hoy se despierta y renace desde sus ruinas, contándonos un pasado riquísimo en historia. Debemos escucharla con todos los sentidos, proteger cada piedra, cada rincón, para no perdernos nada de tan rico patrimonio.
Fuentes
Quintero y Almayda, J. M. (1878). Apuntes para la Historia de la Isla de Cuba con Relación a la Ciudad de Matanzas. Imprenta El Ferro-carril, Matanzas.
Colección de mapas y planos de Bibliothèque nationale de France, département Cartes et plans.
Biblioteca Digital Cubana.
Biblioteca Digital Cubana.
Muy interesante, me siento muy interesada en esta web, y mas ahora que tengo un ancestro que emigro a Matanzas de apellido Berrier, cualguier informacion por a qui se lo agradezco. Gracias
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